En Ourense se festeja cada año una de las formas más antiguas de carnaval. A lo largo de varios días se celebran folións, corredoiros y baixadas con felos, cigarróns, pantallas y peliqueiros, personajes que visten espectaculares trajes, que incluyen vistosas máscaras y un cinturón del que cuelgan grandes y sonoros cencerros, y que corren por el pueblo golpeando a los visitantes con sus fustas. Otra tradición es la farrapada, una batalla en la que los participantes se lanzan los unos a los otros trapos enrollados y embadurnados en fango. También se combate una guerra anárquica en la que se arroja harina, cenizas, hormigas y tojos sobre los participantes, mientras un enorme himenóptero se eleva desafiante sobre la multitud. Los singulares festejos, alumbrados con antorchas y acompañados del estruendo de los tambores, se filman de modo envolvente en este documental: es como si el propio espectador estuviese cercado por los juerguistas, inmerso en un antiguo ritual pagano. Las multitudinarias escenas nocturnas, con masas de gente a menudo apiñadas, adquieren un significado adicional al saber que esta celebración tuvo lugar a finales de febrero, sólo diez días antes del primer caso confirmado de Covid-19 en Galicia.

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