MÁSCARAS se hizo como yo quería que se hiciera: sin artificio ni refinamientos de orden estético para la contemplación de los ojos. Lo que existe de bello en las personas y las cosas que vemos en la película está estrechamente vinculado con el dónde y el cómo se vive en las tierras de Trás-os-Montes. (Hasta ahora, claro está. Pero ¿hasta cuándo?). Mis interjecciones al correr de la cinta no son más que una señal de meditación. Ninguna película es inocente. Por lo tanto, se trata de una película etnográfica, pero también es más que eso. Para aquellos que se molesten en mirar con atención, está abierta a otras interpretaciones. Abarca todo el ciclo del nacimiento, la vida y la muerte, representando los elementos de cada uno de ellos en las mascaradas y sus rituales. Rituales de siglos que han llegado hasta nuestros días y cuyo significado y rigor representativo se han ido diluyendo con el tiempo. No obstante, se mantienen los elementos fundamentales: la figura de los enmascarados, sus rondas por las calles de pueblos y aldeas, el Diablo y la Muerte, el sacrificio animal, la iniciación de los jóvenes, la cena, etc. Misterios estos que excluyen la participación de mujeres, a quienes solo se les concede el papel del lavado de las vísceras del animal sacrificado.
Nada de esto ocurre por mera casualidad. Espero, pues, que la gente no saque conclusiones precipitadas y afirme que MÁSCARAS es una película poética y espontánea, como ha dicho alguien. Es más que eso. ¿Está lograda? No me corresponde a mí decirlo.
(Noémia Delgado)
Esta copia digital es el resultado de la digitalización por inmersión, en 4K, del negativo de cámara original de 16 mm, y de la mezcla final en cinta magnética; ambas se conservan en la Cinemateca. El etalonaje digital y la restauración de la imagen corrieron a cargo de Irmã Lúcia Efeitos Especiais, en el año 2021, tomándose como referencia una copia para distribución. Del escaneado y la restauración digital del sonido se encargó la Cinemateca en el mismo año.
MÁSCARAS
Fotografía: Acácio de Almeida, José Reynés
Sonido: Philippe Costantini Montagem/Editing: Noémia Delgado
Consultor musical: Luís Madeira
Narración: Alexandre O’Neill Eletricista/Electrician: João Silva
Producción: Centro Português de Cinema
La película deja constancia de los preparativos y el desarrollo en sí de los rituales llevados a cabo en la región de Trás-os-Montes, en el norte de Portugal, como celebración del «ciclo de invierno», una serie de fiestas que abarcan desde Navidad hasta el Miércoles de Ceniza. El ciclo de invierno sigue celebrándose en un gran número de regiones europeas, sobre todo en los países alpinos, eslavos y balcánicos, en forma de rituales practicados por protagonistas enmascarados. En la mayor parte de los casos, estos representan a personajes tomados de la tradición y el folclore, muchos de los cuales —demonios y fantasmas— poseen una clara asociación con los muertos. Cabe suponer que, en tiempos remotos, estos personajes intervenían en rituales relacionados con el culto a los finados. En Portugal pueden verse rituales con máscaras en las zonas más rurales y subdesarrolladas de Trás-os-Montes, donde se celebran para marcar, de diversas formas, las festividades comprendidas dentro del ciclo de invierno: Navidad, San Esteban, la Festa dos Rapazes o «Fiesta de los Jóvenes», Año Nuevo, la Epifanía y Miércoles de Ceniza (en algunos casos también se celebra el martes de Carnaval). Noémia Delgado