Dirección: Luigi Di Gianni
Fotografía: Mario Carbone
Montaxe: Giuliana Bettoia
Música: Egisto Macchi
Produción: Egle Cinematografica
Cerca de Raiano, en Abruzzo, hay un santuario aislado: la tradición dice que San Venanzio vivió en las cuevas de los alrededores. Cada año, con motivo de la fiesta del santo, los devotos entran en las cuevas y se frotan sobre las piedras, para obtener la curación de las dolencias que les aquejan.