El hechizo seductor que desprende la obra de Rosenblatt es difícil de expresar. A medio camino entre el documental y el cine experimental, sus películas concisas y evocadoras, de una gran intensidad psicológica, nos enfrentan de manera subliminal a lo más temido de la condición humana.
Maestro en el arte del collage, Jay Rosenblatt combina de manera sorprendente música e imágenes de archivo o found footage de los años 50 y 60, en su mayoría anuncios para televisión, películas industriales, vídeos educativos y noticiarios que él manipula, recontextualiza y altera, logrando sintetizar una enorme complejidad de significado en breves piezas a las que dota de una potente carga emocional.
Inteligentes, agudas, impresionistas y tremendamente poéticas, las obras de este director, becado en dos ocasiones por las fundaciones Guggenheim y Rockefeller, han recibido más de un centenar de premios en numerosos festivales internacionales, incluido Sundance.
En esta sexta edición Play-Doc dedica una amplía retrospectiva a la magnífica filmografía de este artista con mayúsculas, singular, comprometido y arriesgado como pocos. |
